Si alguna vez alguien conocido se parara frente a las puertas de tu corazón y al mirar sus ojos vieras un brillo que nunca antes habías visto, tan luego de la impresión de conocerlo o el tedio de haberlo conocido, déjalo entrar.
Si alguna vez has pensado que el amor no pudiera sorprenderte ya y aún tan luego de haberte sorprendido, de ese amor hubieras salido vencido, permítete amar, el amor no está vencido y querrá sorprenderte igual.
Si alguna vez imaginaste tu soledad viendo allí tu destino, mientras te esfuerces en seguir imaginándola, ese al fin será.
Si alguna vez has rehusado enamorarte para no herirte ya nunca más, con cada amor que dejas pasar, una herida profunda y perpetua a tu alma harás. La duda, la duda y el resentimiento te invadirá.
Si alguna vez el amor te inmovilizó y finalmente te dejaste estar, busca en el bolsillo del saco de tu alma la llave de tu libertad y entrégate vital al amor que todo lo puede y todo lo da.
Si alguna vez el fantasma de la decepción hiciera nido en tu mente, múdate al corazón, allí está la felicidad.
"La Paciencia es un arbol
de raiz amarga, pero de
frutos muy dulces"