Vivir de Verdad

Vivir de verdad es ser el que verdaderamente soy. Más allá y más acá de quién seas vos y de lo que esperes de mi.

Tu presencia me actualiza y me confirma, pero no me define.

Vivir "de verdad" significa, precisamente,dejar atrás todos los personajes que
he creado para otros.

Abandonar el papel que diseñé para inscribirme en una sociedad determinada.

Dejar salir lo que llamo "el yo verdadero",sinónimo de "el héroe escondido".

Pero...¿y cómo se hace para saber si estoy siendo el que soy o estoy actuando lo
que me dijeron que sea?

En primer lugar asumiendo seriamente y tomando la decisión de no dejarme forzar
jamás a ser lo que no soy.

Dicho de otra manera: ¿es esto que hago lo que quiero hacer o estoy tratando de
complacer a alguien?

Lo mejor de mi, aunque a ustedes no les guste es lo que soy.

Lo mejor de cada uno de ustedes, aunque a nadie le simpatice, es lo que cada uno
de ustedes es.

Y puede ser que seamos muchos aquellos a los que no les guste.

Y a pesar de todo... valdrá la pena.

Si puedo confiar en que más adelante,a la vuelta de la esquina, aparecerá el que
me pueda aceptar, amar y desear tal como soy, nada es dramático.

Hay gente a la que le gustan las personas con plata, sin plata, alcoholicas,los que hablan pavadas,los que no hablan,los graciosos, los sobrios,los charlatanes,los instruidos,los cultos,los brutos... Hay mujeres a las que les gustan los gordos,los flacos,los feos, los altos,los petisos...
Hay hombres para las gorditas, para las austeras,para las energicas,para las gastadoras,para las producidas,para las sensuales y con un poco de suerte hasta para las inteligentes.

¡Hay de todo!

Así que lo único que hay que tener es...

¡Paciencia para buscar!

Y si de esos que busco,los que me aceptan así,no encuentro uno ni una en toda la
ciudad...

¡Habrá que viajar!

En algún lugar está (ella o él) alguien a quien le encanta que sea como soy.
Sabiendo que hay alguien en el mundo a quien le encanto así, por qué voy a conformarme con otro (otra) que me dice en qué tengo que cambiar.


Jorge Bucay