La Novela: Capítulo 17: cuestion de vida o muerte
Es ahora el momento que he esperado tantos años. Solo que ahora es cuestión de vida o muerte. Y no hay tiempo que perder. Tengo que escapar. Usaré el viejo pasaje, no se darán cuenta.
Arquímedes no pudo dejar de pensar en el seductor cuerpo de Lucero, corre por sus venas el veneno que inyecto de seducción, pero a su vez siente la gran necesidad de acabar de una vez esta infame trama que tiene planeada. La decisión que tome es transcendental, es una cuestion de vida o muerte, porque conoce muy bien que de enterarse Lucero de su traición lo pagará muy caro, develando a su esposa Clara su desliz, pero también en su mente corre la sed de justicia.
El poderoso narcotraficante, Pollo Araiza enfila sus garras a terminar de convencer al actual Presidente de la República a mostrar un apoyo incondicional a Lucero y no ceder ante otras presiones, le recuerda que gracias a su “gentil apoyo” esta en el poder y permanece en el que un solo chasquido de sus dedos y correría la suerte de otros que han entorpecido su “labor en pro de sus aliados”. Que para ejemplo de su poder hara desaparecer al periodista entrometido, junto con Eugenia, haciendolo parecer una escena de suicidio-homicidio entre dos amantes en un lugar desholado, que no se preocupe por las preguntas porque también tiene en sus manos al jefe de policia Fidel, el que le debe un generoso favor y es momento de cobrarselo con intereses.
Mientras Jose Luis se recupera del golpe que recibió en la cabeza, pero tratando de no ser descubierto busca la forma de escapar de sus captores. Agudizado su audición le permite detectar que quien esta detrás de su secuestro y posible ejecución es un poderoso narcotraficante, porque oye con insistencia el nombre con una comunicación que establece sus captores con este.
Arquímedes pacta encontrarse con Eduardo para disuadirlo de todo lo que están tramando Lucero y que cuenta con el apoyo hasta del arzobispo Santiago y Hugo; esta es la última baraja que le toca emplear al arriesgado Arquímedes.
Arquímedes logrando disuadir a su esposa Clara a salir de la ciudad junto con el, pero sin darle mayores detalles, dejandolo cerca de un bar de lo mas bajo, donde se reunirá con Eduardo, recordandole a Clara que pase a recogerlo antes de anochecer.
Eduardo quien se encuentra bajo un intenso estrés por sus declaraciones obligadas de su tendencia sexual duda en asistir a la reunion acordada, porque no ve la necesidad de luchar por una causa que ya se denota perdida, pero aún asi decide asistir, pensando la mejor forma de salir de casa, porque se ha percatado por la ventana de su casa que hay un carro sospechoso.
El Cardenal Emerito Rojas quien es un digno personaje que no ha cedido ante presiones de ningun tipo y que ha estado al borde de la muerte en diferentes oportunidades por sus denuncias en contra de las mafias que operan en el país, se entera por medio de un acolito de las salidas de su arzobispo Santiago y que esas salidas no tienen connotación religiosas, lo hace llamar a la nunciatura y solicitarle una aclaración de su actitud.
Santiago desconociendo el motivo de la reunión se coloca los ornamentos religiosos y sale en su lujoso BMW (regalo generoso de un piadoso del pueblo, El Pollo Araiza).
En el camino recibe la llamada de su amable benefactor, confirmandole el apoyo incondicional del Presidente de la Republica.
Al llegar a la Nunciatura, le parece extraño que el Cardenal Emerito no lo haya salido a recibir, sino simplemente uno de los seminaristas quien le indica que le espera el Cardenal en su despacho.
Entrando en la sala del Cardenal, hace la respectiva reverencia, a lo cual el Cardenal sin hacerle pensar de que se trata, le explica que están sucediendo cosas muy terribles que hacen inminente su intervención, Santiago le extrañan un poco las expresiones del Cardenal.
El Cardenal detallándole a Santiago lo que tiene en su conocimiento, le hace una clara reflexión por medio del pasaje de Jesús en el huerto de Getsemani y la traición de Judas vendiéndolo por unas cuantas monedas de oro. Le dice: Hijo mio sabemos que todos tenemos debilidades, pero que tenemos a cargo un gran rebaño al cual debemos dar ejemplo de rectitud y de buen actuar, mas porque somos representantes de aquel que entrego la vida por nuestros pecados, recuerda lo que el mismo dijo, que no podemos tener 2 amos, el dinero y Dios. Santiago se percata que el Cardenal esta al conocimiento de sus contactos con el narcotráfico, comienza una gran transpiración, saca un pañuelo para secar el sudor de sus manos y frente, sabe que el Cardenal es un hombre recto y que no le temblara el pulso a la hora de pedir su dimision.
El Cardenal hace recordar que cuando los altos jerarcas que quisieron enjuiciar a Jesús pusieron entre la espada y la pared a Pilatos, que era una cuestion de vida o muerte. Vida porque si cedia ante las presiones de los jerarcas continuaria alli en ese alejado rincón del mundo y muerte porque si no lo hacia lograria que lo deportasen a otra region mas inhóspita o quizás la muerte a manos del César.
Santiago no hallaba que exponer al Cardenal sabe que le tenia en sus manos, que su exposición denotaba, que conocia de sus andanzas, las generosas contribuciones a la diócesis que estaban bajo su responsabilidad.
El Cardenal Emerito indica que un mal proceder de aquellos que abogan por la verdad y la justicia, se colocan del lado equivocado, arrastran con el a todos los demas miembros de la Iglesia, e insta a Santiago a exponer las causas por las cuales se ha dejado llevar por el ansia de poder.
Santiago ya descubierto, no atinaba a decir una palabra, no encontraba una salida a los argumentos del Cardenal, su pulso se aceleraba, la tension corria por sus sienes, sabía que de hablar perderia tanto su alto cargo eclesiastico, pero que también el Pollo no le perdonaria esa “traicion”, que le haria pagar muy caro.
Comenzo acelerar la respiración, el Cardenal al verlo todo sudoroso, le dice ¿que le pasa Hijo? ¿se siente bien?.
De repente balbuceando Santiago cae desplomado por un dolor muy agudo en el pecho, el Cardenal llama inmediatamente a la secretaria, pidiendo que acuda el medico de la nunciatura. El Dr. Fernando acude e informan al Cardenal que Santiago ha sufrido un ataque cardiaco que debia ser trasladado de urgencia a la clinica mas cercana. Asintiendo el Cardenal, es trasladado Santiago a la Clinica.
El Pollo Araiza que tiene sus manos en todos sitios, le hacen saber de lo sucedido a Santiago durante su encuentro con el energico e incorruptible Cardenal. Decide mover nuevamente todo su poder y llama al Director de la clinica e indicandole que su puesto corre peligro de vida o muerte, que necesita un “favorcito” necesita que el curita pase al descanso eterno, pero muy natural, que su ayuda incondicional se verá recompensada, que recuerde que tiene una bella y hermosa mujer, además de dos hermosos niños.
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Toca el turno de Yulius quien escribirá el capítulo 18, su frase de enlace es "la Traicion de Judas”.
Nota: Esta novela crece con el esfuerzo de sus participantes. Se conocen sus capítulos pasados, pero no los que están por venir. Diversas mentes de diferentes lugares tienen el encargo de producirlos. Al término de la experiencia la novela completa será publicada en Cuantos cuentos cuentan. Los links a los demás capítulos son: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9,10 , 11, 12, 13, 14, 15, 16. Las normas, finalidad del juego, así como los participantes en el mismo, pueden encontrarse en De aquí y de allá, el blog de Fairywindy.
7 Comentarios:
Hola, soy Yulius!.
Por fin te he encontrado, tardé pero... ya estoy aquí.
Ya te sigo.
Grasias.
Yulius
Hola Gus!! Muy buena idea la de manejar la narraciòn por ese lado ... mira que pienso que era casi lo esperado je je je je,. Excelente la reflexiòn sobre los valores dentro de la narración.
(Te dejé la información que me pediste en cuanto lado pude.)
Un beso mi querido amigo.
bueno espero no romper con la sincronia de la novela, no soy escritor y mucho menos tengo dotes histrionicos, espero sus comentarios, gracias
Hola! Que idea tan interesante,a ver si me propongo leer (de a poquito) los demàs capítulos
Esta novela dentro de la ficción es como la vida misma.
Besos.
Pues no sé... a mí es que las jerarquías eclesiásticas me ponen un poco de los nervios. Pero en fin, están por doquier y no podían faltar en esta novela...
¡Con la iglesia hemos topado! NO podían faltar, al final metieron las narices, jajajaja!
Buen capítulo, Gus! Ya nos vamos acercando al final. Voy a ver como ha terminado todo, que llevo retraso.
Saludos!
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