Me violaron para destruir a mi familia

MUKHTAR MAI, ICONO DE LA MUJER PAKISTANÍ CONTRA LA MISOGINIA.
"Me violaron para destruir a mi familia" . Extraído de LA VANGUARDIA (28 ABRIL 06)

Tengo 33 años y nací en Meerwala, el pueblecito de Pakistán en el que vivo. A los 28 años fui violada por cuatro hombres de la familia de caciques del pueblo. Debería haberme suicidado..., ¡pero los denuncié! Con una indemnización del Estado, he fundado una escuela para los niños de mi pueblo. Creo en Alá, que no ordena deshonrar a la mujer

VÍCTOR-M. AMELA - 28/04/2006


- ¿Quién la violó?

- Cuatro hombres del clan de los Mastoi. Es el clan más poderoso en mi pueblo. Su granja está a 300 metros de la nuestra. Nosotros, los Gujjar, somos campesinos. Ellos son los señores. Me violaron para castigar a mi familia.

- ¿Castigarla por qué?

- Los Mastoi acusaban a mi hermano pequeño, Shakkur, de haber violado a Salma, una joven de su clan...

- ¿Hizo eso su hermano?

- No. Su pecado fue pasar junto al trigal de los Mastoi y cruzarse con Salma. ¡Y quizá la miró...! Ella tenía 22 años, y él tenía 12 años.

- ¿Eso ofendió a los Mastoi?

- Sí. Furiosos, hombres del clan secuestraron a Shakkur, lo encerraron en su granja y allí le dieron una paliza y lo sodomizaron.

- Qué salvajes.

- Un hombre subido a una palmera había visto el secuestro, y se lo contó a mi padre.

- ¿Y qué hizo su padre?

- Fue a la policía local. La policía fue a casa de los Mastoi, que se enfurecieron aún más: ¡un vulgar campesino enviaba a la policía a su casa! Así que argumentaron que tenían derecho a matar al chico, según la charia.

- ¿Eso dice la ley islámica?

- No: ellos imponen su propia ley de dominación feudal. Entregaron a Shakkur a la policía bajo la acusación de violador y exigieron que mi familia tenía que compensarles.

- ¿Encima...? ¿Qué tipo de compensación?

- Se reunió la Jirga para decidirlo.

- ¿Qué es la Jirga?

- Un consejo tribal tradicional que arbitra conflictos al margen de las leyes estatales. Se reúne en los pueblos del interior del Punjab: ¡la gente no tiene dinero para abogados...!

- ¿Y qué decidió la Jirga?

- Los Mastoi exigían que una mujer de nuestro clan debía acudir a su casa a pedirles perdón. Tenían mayoría en la Jirga, así que lograron imponer su petición a mi familia.

- ¿Y no podía su familia negarse a eso?

- Los Mastoi son belicosos y van armados. No hubiera sido la primera vez que devastaban a una familia entera... Negarnos les hubiese dado una excusa para destruirnos.

- ¿Tanto poder tienen algunos clanes?

- En los pueblos del interior, presionan, chantajean y amenazan a la gente para que vote a sus candidatos: así controlan las autoridades locales y tienen parlamentarios.

- ¿Qué hizo su familia tras la Jirga?

- Mi padre y mi tío me eligieron a mí para ir a casa de los Mastoi a pedirles perdón.

- Y... ¿por qué usted?

- Aunque analfabeta - como todas las mujeres de la región-, yo recitaba el Corán de memoria y lo enseñaba a las niñas: tenía cierto prestigio... Si yo me humillaba ante ellos, se calmarían. ¡Eso creían mi padre y mi tío...!

- ¿Y qué pasó?

- Era de noche. Nos esperaban con cara de odio y armados. Pedí disculpas..., pero en sus miradas vi que no querían perdonar nada. Faiz, el jefe del clan, dijo a sus hombres: "Aquí la tenéis, ¡haced con ella lo que queráis!". Cuatro hombres me arrastraron al establo... Me violaron para destruir a mi familia.

- ¿No hicieron nada su padre y su tío?

- Los amenazaron con sus armas... Cuando los brutos acabaron conmigo, me echaron medio desnuda a la calle. Medio muerta, me arrastré hacia mi casa. Me eché un rincón y estuve días sin moverme y sin comer...

- ¿No pensó en vengarse o en denunciarlos?

- Una mujer no puede hacer nada. Ni pagar a un esbirro que los matase... ¡Ya no podía ser más humillada! Por eso quise suicidarme. Tantas mujeres violadas lo hacen...

- ¿Hay muchas violaciones en Pakistán?

- Una mujer es un objeto de intercambio entre hombres. El modo de cobrarse una ofensa es violar a la mujer de otro. La deshonra es tal que la familia queda destruida...

- No podía actuar contra esos bárbaros...

- Pero el imán del pueblo denunció estos sucesos en un sermón, los condenó como un pecado. Y un periodista presente lo oyó todo. Así, mi historia empezó a difundirse por Pakistán, porque nunca antes una Jirga había impuesto una violación colectiva...

- ¿Detuvieron a los criminales?

- Sí. El Gobierno intervino. Pero la policía local, dominada por los Mastoi, me hizo firmar con mi pulgar folios en blanco que luego rellenaron con una declaración inventada...

- ¿Por qué los firmó usted, mujer?

- Fui ingenua, me fié. Era analfabeta. ¡Y ese día aprendí que los hombres nos mantienen analfabetas para poder dominarnos mejor...! Pero al final un juez encarceló a los violadores y el Gobierno me dio un cheque de 8.000 dólares como indemnización. Cuando la ministra de la Mujer me lo entregó, yo lo arrojé al suelo y le dije: "¡Lo que yo quiero es una escuela para las niñas de mi pueblo!".

- ¿Cuántos habitantes tiene Meerwala?

- Tres mil, y nunca había habido una escuela. ¡Hoy soy feliz al oír a 150 niños y a 200 niñas reír y recitar las lecciones de geografía, historia, matemáticas, inglés, islam...!

- ¿No teme ya a los Mastoi?

- Sí: ¡lograron ser liberados! Recurrimos, y hoy vuelven a estar presos, pero la policía ha escoltado mi casa durante más de un año.

- ¿Cuál es su gran sueño, Mukhtar?

- Que todas las niñas tengan instrucción y cultura, que aprendan a defender sus derechos. Y que los niños aprendan a respetarlas, a no tratarlas como objetos.

- Desde su terrible incidente, ¿ha mejorado en algo la situación de la mujer en Pakistán?

- Sí, pero todavía muchas familias no aceptan que una mujer pueda decidir: si una se casa sin permiso con el hombre al que ama.., ¡se arriesga a que sus familiares la maten!