Proyecto de tu vida
¿Alguna vez te has sentado a reflexionar sobre el proyecto de tu vida?
Posiblemente lo hiciste en tu adolescencia o al comienzo de tu juventud.
Quizás también en un momento de dificultad. Muy probablemente no lo
hayas hecho desde entonces. Cualquiera que sea la etapa en que te
encuentres ahora, te invito a que te tomes unos momentos de silencio y de
tranquilidad para pensar un poco sobre esto. Te aseguro que no te
arrepentirás.
Me preguntarás para qué hacerlo. Te lo diré: te ayudará a evitar
sorpresas desagradables en un futuro.
Vivimos en un mundo en que las actividades y las cosas no nos
dejan tiempo para pensar. Nos hemos subido a un tren de vida con sus
horarios y sus obligaciones y corremos el riesgo de olvidar el destino a donde
queremos llegar.
En no pocas ocasiones, las prisas y las tensiones nos hacen tomar
decisiones a la ligera que sin darnos cuenta nos alejan del tipo de persona
que queremos ser.
Un buen día nos despertamos y no reconocemos en nosotros los valores
que decimos defender. Y en ese momento, o retomamos el camino, o nos
dejamos llevar por las circunstancias sin saber a dónde nos llevarán. Es
conveniente, por esto, sacar de vez en cuando la brújula de nuestra vida
para ver si seguimos por buen camino o si es necesario virar en alguna
otra dirección.
Lo primero es preguntarnos si sabemos a dónde queremos ir. Esto
es elemental, pues no podemos tomar ninguna decisión sin esta información.
¿Qué quiero realmente de mi vida? El trajeteo muchas veces nos hace vivir
sin una meta en concreto. ¿Qué es importante para mí? ¿Pasarla bien y ya?
¿Ganar mucho dinero? ¿Hacer carrera? ¿Ayudar a alguien? ¿Sacar adelante
mi matrimonio y mi familia? ¿Hacer algo para que este mundo sea mejor?
¿Hacer a alguien feliz?
Es importante verificar que nuestra meta valga realmente la pena. Que no sea
pasajera ni superflua. Sirve mucho imaginarse a una misma de 80 años y
tratar de pensar en lo que "fue" nuestra vida.Pensar en lo que me gustaría
haber hecho para entonces, y cómo quisiera haber llegado a esa edad. El
tener nuestro ideal ante los ojos nos ayudará a mantenernos firmes ante
las dificultades cuando todo parezca invitarnos a tirar la toalla.
Así lo hizo Sandra. Hace unos años vivía sólo para sus hijos. Cuando todavía
eran pequeños asistió a la boda de sus sobrinos, lo que le hizo proyectar su
vida y verse al cabo del tiempo a solas con su marido, como ahora lo estaba
su hermana. Haciendo esto se dio cuenta de que había postergado un poco
la relación con su esposo. Recapacitó y cambió de actitud. Sin descuidar a
sus hijos, decidió dedicar más tiempo y entusiasmo a su marido. Gracias a
esto su matrimonio salió a flote cuando se encontraron solos, y ahora viven
felizmente una nueva etapa de su vida, en contraste con otras parejas que
han naufragado al quedarse el nido vacío.
Teniendo clara la meta, debemos preguntarnos dónde nos encontramos. De
no hacerlo corremos el riesgo de tomar el camino equivocado y nunca llegar
a donde queremos. En este punto hay que ser muy objetivos y valientes.
Vernos como realmente somos y no como nos gustaría que nos vieran. Se
puede dar el caso de que nos hayamos desviado del camino. Que estemos
mucho más lejos de lo que pensábamos y hasta que vayamos por el rumbo
opuesto.Esto nos puede doler y hasta avergonzar. ¡No hay que desilusionarnos
ni desmotivarnos!
Lo importante es que nos demos cuenta para poder retomar nuestra dirección.
Una vez aceptada nuestra realidad, no hay que quedarnos ahí, es necesario
marcar la ruta a seguir para acercarnos a nuestra meta. Aquí es importante
ser muy realista. No todo está en nuestras manos.
Aceptar con buen ánimo lo
que no podemos cambiar nos ayudará a no amargarnos la existencia.Pero eso
sí, no hay que omitir lo que esté a nuestro alcance.
Habrá ocasiones en que será necesario cambiar de actitud ante una persona.
Esto no se hace en un día, pero poco a poco se irá avanzando. En otros casos
se tratará de reorganizar nuestras prioridades y el uso de nuestro tiempo.
Si esto significa cambiar mis actividades, ahora es cuando. Si dentro de mis
prioridades está ayudar a los necesitados, será muy conveniente pensar en
modos prácticos de hacerlo. De otro modo me quedaré con muy buenas
intenciones pero que nunca se harán vida.
Es importante concretar los buenos propósitos para que lleguen a ser
realidades.Otro punto del realismo será el no tratar de cambiar todo al mismo
tiempo. Tengo que ver cuál es el obstáculo más grande que me impide llegar a
ser lo que yo quiero ser y empezar por ahí. Sin olvidar que Roma no se
construyó en un día.
La constancia en mis determinaciones será la clave del éxito. Me puede
llevar muchos años en llegar a donde quiero. Lo importante es revisar el mapa
constantemente, y mientras vayamos en la dirección correcta, todo está
asegurado.Sirve mucho escribir los propósitos o el proyecto de vida para que
no se olvide. Revisarlo de vez en cuando ayuda a renovarlo y a irlo poniendo
en práctica poco a poco.
Sólo tenemos una vida para dejar huella en este mundo y al final lo único que
queda es el bien que hayamos hecho a los demás. Un poco de reflexión no
nos hará daño y podrá hacer la diferencia en nuestra vida.
Posiblemente lo hiciste en tu adolescencia o al comienzo de tu juventud.
Quizás también en un momento de dificultad. Muy probablemente no lo
hayas hecho desde entonces. Cualquiera que sea la etapa en que te
encuentres ahora, te invito a que te tomes unos momentos de silencio y de
tranquilidad para pensar un poco sobre esto. Te aseguro que no te
arrepentirás.
Me preguntarás para qué hacerlo. Te lo diré: te ayudará a evitar
sorpresas desagradables en un futuro.
Vivimos en un mundo en que las actividades y las cosas no nos
dejan tiempo para pensar. Nos hemos subido a un tren de vida con sus
horarios y sus obligaciones y corremos el riesgo de olvidar el destino a donde
queremos llegar.
En no pocas ocasiones, las prisas y las tensiones nos hacen tomar
decisiones a la ligera que sin darnos cuenta nos alejan del tipo de persona
que queremos ser.
Un buen día nos despertamos y no reconocemos en nosotros los valores
que decimos defender. Y en ese momento, o retomamos el camino, o nos
dejamos llevar por las circunstancias sin saber a dónde nos llevarán. Es
conveniente, por esto, sacar de vez en cuando la brújula de nuestra vida
para ver si seguimos por buen camino o si es necesario virar en alguna
otra dirección.
Lo primero es preguntarnos si sabemos a dónde queremos ir. Esto
es elemental, pues no podemos tomar ninguna decisión sin esta información.
¿Qué quiero realmente de mi vida? El trajeteo muchas veces nos hace vivir
sin una meta en concreto. ¿Qué es importante para mí? ¿Pasarla bien y ya?
¿Ganar mucho dinero? ¿Hacer carrera? ¿Ayudar a alguien? ¿Sacar adelante
mi matrimonio y mi familia? ¿Hacer algo para que este mundo sea mejor?
¿Hacer a alguien feliz?
Es importante verificar que nuestra meta valga realmente la pena. Que no sea
pasajera ni superflua. Sirve mucho imaginarse a una misma de 80 años y
tratar de pensar en lo que "fue" nuestra vida.Pensar en lo que me gustaría
haber hecho para entonces, y cómo quisiera haber llegado a esa edad. El
tener nuestro ideal ante los ojos nos ayudará a mantenernos firmes ante
las dificultades cuando todo parezca invitarnos a tirar la toalla.
Así lo hizo Sandra. Hace unos años vivía sólo para sus hijos. Cuando todavía
eran pequeños asistió a la boda de sus sobrinos, lo que le hizo proyectar su
vida y verse al cabo del tiempo a solas con su marido, como ahora lo estaba
su hermana. Haciendo esto se dio cuenta de que había postergado un poco
la relación con su esposo. Recapacitó y cambió de actitud. Sin descuidar a
sus hijos, decidió dedicar más tiempo y entusiasmo a su marido. Gracias a
esto su matrimonio salió a flote cuando se encontraron solos, y ahora viven
felizmente una nueva etapa de su vida, en contraste con otras parejas que
han naufragado al quedarse el nido vacío.
Teniendo clara la meta, debemos preguntarnos dónde nos encontramos. De
no hacerlo corremos el riesgo de tomar el camino equivocado y nunca llegar
a donde queremos. En este punto hay que ser muy objetivos y valientes.
Vernos como realmente somos y no como nos gustaría que nos vieran. Se
puede dar el caso de que nos hayamos desviado del camino. Que estemos
mucho más lejos de lo que pensábamos y hasta que vayamos por el rumbo
opuesto.Esto nos puede doler y hasta avergonzar. ¡No hay que desilusionarnos
ni desmotivarnos!
Lo importante es que nos demos cuenta para poder retomar nuestra dirección.
Una vez aceptada nuestra realidad, no hay que quedarnos ahí, es necesario
marcar la ruta a seguir para acercarnos a nuestra meta. Aquí es importante
ser muy realista. No todo está en nuestras manos.
Aceptar con buen ánimo lo
que no podemos cambiar nos ayudará a no amargarnos la existencia.Pero eso
sí, no hay que omitir lo que esté a nuestro alcance.
Habrá ocasiones en que será necesario cambiar de actitud ante una persona.
Esto no se hace en un día, pero poco a poco se irá avanzando. En otros casos
se tratará de reorganizar nuestras prioridades y el uso de nuestro tiempo.
Si esto significa cambiar mis actividades, ahora es cuando. Si dentro de mis
prioridades está ayudar a los necesitados, será muy conveniente pensar en
modos prácticos de hacerlo. De otro modo me quedaré con muy buenas
intenciones pero que nunca se harán vida.
Es importante concretar los buenos propósitos para que lleguen a ser
realidades.Otro punto del realismo será el no tratar de cambiar todo al mismo
tiempo. Tengo que ver cuál es el obstáculo más grande que me impide llegar a
ser lo que yo quiero ser y empezar por ahí. Sin olvidar que Roma no se
construyó en un día.
La constancia en mis determinaciones será la clave del éxito. Me puede
llevar muchos años en llegar a donde quiero. Lo importante es revisar el mapa
constantemente, y mientras vayamos en la dirección correcta, todo está
asegurado.Sirve mucho escribir los propósitos o el proyecto de vida para que
no se olvide. Revisarlo de vez en cuando ayuda a renovarlo y a irlo poniendo
en práctica poco a poco.
Sólo tenemos una vida para dejar huella en este mundo y al final lo único que
queda es el bien que hayamos hecho a los demás. Un poco de reflexión no
nos hará daño y podrá hacer la diferencia en nuestra vida.
(Enviado por mi amiga Juanita)
publicado por Gustavo er Cura a las 10:38 a. m.
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4 Comentarios:
Desde luego, todo lo que expones en tu blog tiene muy buen mensaje. Y nunca viene mal. Siempre invita a la reflexión y a comprender que merece la pena seguir el consejo.
Saludos, gus!
buenas noches, Señor Gus¡¡
aky en maracay venezuela son las 1de la madrugada y estoy leyendo algunos blog q valen mucho como el suyo mucho por la orientacion y la reflexion¡¡¡¡
hace dias estaba en una cita con san pedro y con dios¡¡¡ san pedro me dice q aun no es mi turno y yo soy el angelito negro consentido de dios, como dicen aqui q naci algo torcido o desviado tengo luz por esparcir y sueños q pintar¡¡¡¡
desde hace unos años me he dado cuenta q tengo un proyecto de vida algo q hacer algo q dar y sobre todo q proteger:
1.-pintar sonrisas en corazones tristes
2.-dar apoyo y armonia
3.-expnadir la amistad el cariño y la paz
4.-ser un angel amigo y dejar q la oracion sea un canal efectivo con dios
cada mañana me levanto y me reviso y estoy completo de piez a cabeza pero por sobre todo si escucho ese tum tum es ams salto de la emocion por q tengo un corazon sano y fuerte ¡¡¡¡
desde siempre creo q estoy seguro de lo q siento busco y quiero dar y compartir hoy mas q nunca quiero la unidad el compartir y q todo entendamos q para surgir hay q estudiar trabajar y echar pa lante y hacerle frente a las pruebas de las vidas ante oportunidades y experiencaias....
la vida es unica y solo dios sabe la suerte de nuestro destino cada uno tiene un limite de tiempo yo siempre pido morir de viejito por q eso de ser inmortal es solo para peliculas¡¡¡
dios solo acompañame irradia en mi luz para compartirla contigo, con ake alla, con tigo tambien , con los mios y con todos soy alguien humilde sencillo honesto pero q entiende q hay q xxpresarse con el alma y darlo todo para ser mas feliz el dia siguiente q al anterior¡¡¡¡¡¡¡¡¡
lo importante es estar claro sonreir, ser honesto siempre con la verdad y con mucho entusiasmo¡¡¡¡¡
gracias por sus palabras y por su esmero al compartir con todos una oportunidad para ahcer conciencia sana y productiva¡¡¡¡
Mark Gracias por la visita y el apoyo con tus palabras, eso es lo que se persigue, que sena momentos de reflexion y búqueda de la paz de cada uno de nosotros.
Khayo Te has vuelto otro de mis asiduos visitantes. Lo que dices tiene mucha razón, muchas veces no nos damos cuenta ni damos gracias a Dios por estar otro día vivo, que es el mejor proyecto de Dios para nosotros. Como tu mismo dices tu condición, solo Dios sabe y perdona nuestras faltas y debilidades, los demás debemos apoyar y comprender a todos aquellos que difieren de nosotros, porque como dice el mismo Jesús: "con la vara que midas serás medido", por tanto sigue repartiendo felicidad, sonrisa y el entusiasmo que expresas en este escrito
Una ves mas amigo mio, me quedo prendada de leerte, de ir pausadamente entre cada una de tus letras... Es muy bello tu refugio, este sitio tan compartido que posees, tan lleno de fe y amor en toda la extensión de la palabra.
Mis mejores deseos para ti amigo mio.... Tu fiel admiradora que disfruta mucho de tu blog, de esa magia tan única que posees para clavarte mas alla de las letras en los sentidos del razonamiento de quienes te lean... En especial del mio.... Ya que hablo por mi, tu escritos me llenan y los admiro mucho.
Un abrazo para ti, te cuidas mucho.
Tu incondicional amiga admiradora... Ena.
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